Terremoto

A las 5.40 suenan el despertador, las primeras puteadas del día, el repiqueteo de la ducha, las llaves en la puerta, la locomotora diesel del ferrocarril, el grito de los vendedores de chipá de Retiro, los ruiditos del molinete del subte y la puerta de la redacción, cuando ya son las 7. Soy un jóven, informadoinformatizado, multimediático y dospuntocerizado periodista digital, y así trabajo. Me preparo un café instantáneo y me dispongo a cubrir las noticias importantes del día, las que quedaron de la noche anterior, y las que cubren el resto de los diarios porque el nuestro no se publica los días de semana. Si, diarios de papel. ¿No sabías que el papel murió? Bueno, debe ser medio zombie porque todavía publica cosas y ahí estan, y hay que cubrirlas, y hay que elegir las mejores con el criterio y la sinápsis de una persona que durmió cuatro horas. Pero rápido, eso sí, porque tenemos acumulados 200 comentarios entre sitio y blogs y hubo un accidente, y hay muertos, y hay que contarlos y está cortada la Panamericana y hay seis kilómetros de cola y hay que contarlo. Pero ya, y con un CMS más lento que las vías de acceso a la Capital. Alguien me saluda por chat y siguen las noticias, el Ministro le respondió a la oposición y otro lo criticó, así que juntate todas las críticas y hacé todo junto. Ahora que terminaste seguí con tu investigación sobre la inmortalidad del poroto, llamá por teléfono (¿todavía existe?) a ese funcionario, pero guarda que hubo otro accidente y un muerto y la gente es mala y sigue dejando comentarios que son moderados con un sistema más arcáico e ineficiente que el Ford T. Alguno de mis 600 contactos en Twitter dice que pasó algo pero no estoy muy seguro de qué, y otro publica un video con una cumbia humorística sobre un presidente y eso está bueno para subirlo y preparate una foto y buscame los links y sí salís a fumar apurate que en cualquier momento sale el anuncio del Gobierno y hay que cubrirlo. Los compañeros y el desayuno llegan a las 10, uno en Twitter se queja por la falta de monedas y todavía queda algo pendiente del diario y habría que llamar a consultoras para ver qué opinan y en el chat se molestan porque no respondo mientras en un mail me preguntan si dejé la puerta del horno cerrada y subimr esa galería de fotos y dónde mierda está mi café. Seguí con la investigación, chequeame esa fuente, y ya perdí la cuenta de lo que me estoy perdiendo en Twitter y no tengo idea de lo que pasa en Malasia pero habría que hacer algo y Canadá estornuda y Estados Unidos se resfría y ¿Alguien tiene el teléfono de Andrés Calamaro? y la puta madre nos quedamos sin yerba y abro el reader pero no hay tiempo de leer nada mientras ahora ya son 300 los comentarios aunque los 200 los moderamos, bueno vos agarrá esta mitad y yo agarro la otra y volvió a hablar el Ministro y el poroto ya se termino de morir. ¿Qué opinás de las elecciones? Yo pienso que... ¿No viste la última tapa de Clarin? Es terrible, una vergüenza, y el informe de FOPEA y está hablando de nuevo la oposición, corregime ese título, y lo de ADEPA es lamentable, y a las 12 tengo una entrevista, estoy fusilado, no dormí una mierda, yo tampoco y yo hace una semana que duermo menos de cinco horas, y siguen los muertos en accidentes de tránsito y hay una nueva moda en twitter de la que no entiendo nada y nadie tiene ese puto teléfono mientras abro el lector de feeds y ¿dónde se metieron los editores? leo que los periodistas digitales jóvenes, informadosinformatizados y dospuntocerizados somos unos hijos de puta porque mientras acá no pasa un carajo, todo el mundo en Twitter, que es un mundo muy amplio, se acaba de enterar de que hubo un terremoto en México DF y es el fin del mundo como lo conocemos hace como cinco minutos ya y nosotros claro, durmiendo la mona, masturbandonos en nombre del futuro de la información, no nos enteramos de nada y no publicamos una mierda, con lo fácil que es. Una lástima, yo pensaba que esto era el futuro del periodismo.