lunes, 24 de mayo de 2010

¿Y si ganamos?



Publicado en Artepolítica

Esta semana se respira un aire distinto. Un aire a "primavera alfonsinista", por así decirlo. Se camina por la calle entre un espíritu patriótico que no se ve muy seguido, que no se puede atribuir sólo al feriado largo. La gente deja de ser un poco "lagente" de la cadena mediática de la buena onda y hasta se relaciona entre ella con otra actitud. Y la ciudad es una fiesta.

Entonces uno se pregunta: ¿Qué es lo que pasa? ¿Cuánto puede llegar a durar? Luego recordamos que estamos a pocas semanas de esa más maravillosa música que es el pitazo inicial del mundial de fútbol. ¿Y si nos va bien? ¿Y si salimos campeones? ¿Qué pasa entonces? ¿Eh, Pasman?

No se puede pensar en el bicentenario, en el mundial, y en los hechos de los últimos y próximos meses en función de la posibilidades del kirchnerismo, en tanto manifestación argentina de los procesos centroizquierdistas y estatistas latinoamericanos, en las elecciones de 2011. Anulada la opción de obligar al gobierno a ajustar o retirarse, aún con un panorama legislativo adverso, sólo queda seguir el destino de un oficialismo cada vez más sólido frente a un rejunte cívico en declive y un peronismo disidente indeciso. En criollo: ¿Y si ganamos?

Claro que todo depende de lo que ocurra en los próximos veces, y los intentos de hacer futurología son vanos. Pero partamos de la base de que existe la posibilidad, más o menos estadísticamente remota o cercana, de la continuidad del kirchnerismo. No hay muchos registros en la historia argentina reciente de procesos políticos y/o socioeconómicos que hayan durado tanto. Eso no implica que un eventual sucesor kirchnerista llegue a la Casa Rosada en 2011 sin saber dónde está parado. Pero el planteo lleva a la pregunta inevitable: En ese caso, ¿qué hacemos?


miércoles, 19 de mayo de 2010

Hipótesis

Lo siguiente es un relato de ficción, sin relación alguna con la realidad. Supongamos que puede ocurrir.



11 de julio de 2010, Johannesburgo, Sudáfrica. Final. Argentina - España. Partido cerrado, empatado en cero. Minuto 119 del tiempo suplementario. Falta a Messi en tres cuartos de cancha. Verón camina a patear el centro. Rechaza Iker Casillas, con tan mala suerte que le rebota a Palermo en la punta de la chota y entra. Gol. Argentina campeón del mundo. Diego se tira de palomita sobre el verde césped. Palermo expresa su grito primario y bestial, se cuelga de la reja del estadio y la misma se le cae encima. Con una pierna rota y sangrando, se suma al festejo del resto de los jugadores. Messi le saca las pilas al control de la Play 3. Diego, ya en calzones, se aspira todas las líneas de cal del campo de juego. Sus ayudantes no lo pueden parar. Aparece Piolavago, acompañada de la Filarmónica de Londres, y Tevez toma un megáfono para entonar "Güi Arde Champio". Messi se acerca al podio para tomar la copa, pero Diego, aún en calzones, se la roba. Le toca el ojete a Joao Havelange. Agarra el micrófono y proclama: "TODOS USTEDES DEBUTARON CON PELÉ EN UNA FIESTA NEGRA EN LA QUE TAMBIÉN PARTICIPARON, ANOTÁ: HAVELANGE, BLATTER, ELIO ROSSI, JORGE DORIO Y LA FIESTERA DE FLAVIA PALMIERO". Ovación en las tribunas. Diego agarra la copa y se la sacude por la chota. Todos le escupen adentro. Sus asistentes siguen sin poder contenerlo. Horas después, la conferencia de prensa. Periodistas de todo el mundo reunidos. Cae Maradona. Todavía en calzones, con un tapado de piel de leopardo encima y una cadena de oro gigante en el pecho. Una trola de cada brazo. La nariz blanca como el marmol. No se sienta. Se sube a la mesa. Se baja los calzones. Y acaba encima de todos los trabajadores de prensa, con un chorro grueso y profuso, caudaloso como las Cataratas del Iguazú. "¡Sigan mamando!", grita. "Con perdón de las damas", agrega, les toca una teta a cada una de sus trolas, "¡sigan mamando!", completa. Jura algo ininteligible por Dalma y Giannina. Se pierde en la noche sudafricana. Aparece tres meses después, en la puerta de Cocodrilo, con 30 kilos menos, visiblemente más pálido. El kirchnerismo gana las elecciones de 2011. Fin.

Inspirado parcialmente en este comentario.