viernes, 1 de diciembre de 2006

El momento más sublime de la historia del cine es cuando Elle Woods (la gran Reese Witherspoon) gana el juicio al descubrir que la asesina del millonario fue su hija, porque dijo que se duchó inmediatamente después de hacerse una permanente. En Legalmente Rubia.

Es el epítome, la cúspide de las Grandes películas de mierda, que son las mejores películas, por supuesto.

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