jueves, 7 de junio de 2007

In memoriam

Siempre estarás en nuestros corazones, Lucía Virginia Perón.

Con la muerte de Martha Olgado muere el justicialismo auténtico en nuestros corazones, y la posibilidad, remotísima, de que alguien le cagara la herencia a la putita copera de María Estela Martínez de Perón.

6 comentarios:

Sancho Panza dijo...

cuando vi la noticia me quede helado.
que dios y el general la tengan en la gloria.
aguante peron, carajo!!!
ahi se ven!
pd: perdon, me emocione.

Sancho Panza dijo...

en el nombre de perón, falduto, copate con esta noble causa, casi tan noble como la de salvar a los hombres-empanada de las ataduras del capitalismo salvaje no-peronchizado.
claro, no te dije de qué carajo estoy hablando. da paja contar acá, pasate por el blog, mejor.
ahí te ves!

la Dama sol dijo...

pobre mujer
toda la vida tratando de demostrar que era hija de perón...
y cuando ya se supo que no... se muere.
pobre
pobre
me pone triste.
ay
qué triste me pone
qué triste estoy
bueh

un beso, faco

gaviota

ANETA dijo...

Pobre Martha. Lo peor de todo es que ella se creyó su historia toda la vida. Tristísimo!

m dijo...

Te paso un link al que a lo mejor podes hacer tu contribucion.
http://marthaholgado.blogspot.com/

Faco dijo...

Bardientos: Me siento profundamente orgulloso y responsable de su consciencia justicialista. Que el General la tenga en su diestra. Por una vida más peroncha.

Dama sol: Bueno, esa tal vez sea la esencia de su tragedia... A mí también me pone triste. Por un lado, porque la herencia se la sigue quedando la hija de puta arribista e impune de Isabel. Y por el otro porque se muere mientras hay tanto hijo de puta y menemista que, como leía en otro blog, son como las cucarachas y sobreviven ataques nucleares. Una desgracia...

Aneta: Ser coherente con su propia mentira me parece lo más elogiable que puede haber hecho. Ella creía ser la hija del General y se dedicó a eso, en tanto gentes que viven "de verdad" no pueden tener un compromiso con lo que hacen. Me lleva a la actuación, vio, y los árboles, compañera, mueren de pie.

chancha: Gracias, ya me anoto.