Estaba leyendo el post semanal de Sicrono, ese en el que publica los wallpapers que más le gustaron, y pensé que no usaría ninguno. Pero no por feos, sino porque me dí cuenta de que miro mi escritorio, como mucho, unas cinco veces por día: una cuando prendo la computadora, otra cuando la apago, y alguna que otra vez cuando abro alguna carpeta para la que no tengo acceso directo. Nada más.
En el mismo momento me dí cuenta de la importancia de los themes de Gmail. Porque, por el contrario, miro mi inbox cientos de veces por día. Tengo el navegador (Firefox, a veces Chrome) casi siempre en pantalla completa. Gmail integró primero el chat de gTalk, luego la posibilidad de agregar otras cuentas de correo electrónico y, hace unas semanas, accesos directos a Google Docs y Google Calendar. El resultado es que miro más seguido la pantalla de mi correo electrónico que lo que miro la hora.
Entonces, ponerle *adornitos* al correo electrónico no es una cuestión menor. Los themes de Gmail hablan tanto de cómo usamos la tecnología, y cómo la usaremos a futuro, como la creación de Chrome. El browser de Google prometía adaptarse mejor a las aplicaciones web, demostrando, más allá de si funciona o no, qué es lo importante en la nueva internet.
De la misma forma que las netbooks y el cloud computing están cambiando nuestro concepto de las computadoras. Si bien la mayoría de estas mini laptops ahora tienen un muy aceptable disco rígido de 120 ó 160 GB, las primeras netbooks de Asus tenían 4 u 8. Y lo cierto es que no se necesitaba mucho más, al menos en mi caso. Sí, todos tenemos fotos, música y videos para guardar. Pero todo eso puede subirse a los servicios de alojamiento correspondientes y olvidarse. Salvo por la música, que tengo alojada en mi vieja PC, puedo acceder a toda la información que necesito desde cualquier computadora.
No me importa el debate supino sobre el cloud computing y el destino de la información. Es obvio que hay que mantener copias de las cosas fundamentales. Eso al margen, toda la información está pasando al espacio, a la nube. Todo puede accederse desde cualquier lado. Y me encanta. Como me encantan los nuevos themes de gmail, que son tan simpáticos, y pasaron a ser mis nuevos wallpapers.
3 comentarios:
Muy buen post! Me gustó esa reflexión sobre los cambios conceptuales (cambios en las necesidades informáticas, digamos) traducido en términos visuales. La verdad es esa, el escritorio uno lo ve 2 o 3 veces al día contra 100 veces que mira gmail. El fondo de escritorio de cualquiera es el querido mail de google.
saludos
Lo que hay que hacer es no tener computadora, así no te preocupás por esas cosas y podés salir a leer al parque libros de Perón (?).
Horacio Gris: Exacto. Es la idea. Gracias por pasar.
Cadorna: el problema es que el parque no tiene fondo de pantalla. Bah, sí, se parece al que viene con el Windows XP (?).
Publicar un comentario