jueves, 30 de octubre de 2008

La quinta pata del movimiento

Publicado por Facundo Falduto en Artepolítica.

Al mundo lo hicieron los albañiles y al peronismo lo hicieron los obreros. No por nada uno de los partidos que enarboló la candidatura de Perón era el Laborista. Con el ingreso al sistema de poder real, se incorporaron los políticos. Y con la militancia por los derechos de la mujer y la conquista del voto femenino, las mujeres se hicieron peronistas.

Quedaron así conformadas las tres ramas fundamentales del Movimiento Nacional Justicialista: la sindical, la política y la femenina. En 1957 se crea la Juventud Peronista, pero no es hasta los '70, cuando se masifica la militancia, que se crea la cuarta rama, la juventud.

Esta división no era ficcional, ni formal, todo lo contrario, sino que fue dándose según era necesario poner orden dentro del Movimiento y darle a cada actor su lugar de acuerdo a su peso específico.


En la coyuntura actual es necesaria la incorporación de un actor cuyo peso es despreciado y hasta ignorado por la mayoría de la política argentina. Son al menos dos millones de personas, repartidos en todo el país pero, como siempre, concentrados en Capital y Gran Buenos Aires. Aún están dispersos, pero tienen gran capacidad de organización y novedoso manejo de la comunicación, en especial a través de las nuevas tecnologías. Y cada vez son más.

Hablo, por supuesto, de los floggers. No, no es joda. O no del todo, veamos.

Fotolog.com dice que hay unos 2,7 millones de fotologs de Argentina. Descontemos duplicados y cerrados, nos quedan dos millones. Dos millones de pibes. Dos millones de "ciudadanos" (ay), de los cuáles comenzarán a votar algunos en 2009, otros en 2011, y otros recién en 2013. Atenti, nunca es muy temprano.

Los hay entre desde los 8 años, pero la mayoría tiene entre 13 y 17. Van al secundario (o polimodal), privado o público. Eso les deja mucho tiempo libre: pasan unas cinco o seis horas frente a la computadora, subiendo fotos, firmando otros fotologs, y demáses.

Pertenecen a la clase media (algunos) media-alta (la mayoría) y alta (pocos). ¿Cómo, sino, van a tener cámara digital de fotos y computadora personal para ejercer de floggers? Algunos usan la del celular y van a un cyber, sí. En Argentina, la brecha digital no es necesariamente por clase: el cyber democratiza el acceso a la red en lo más profundo del conurbano.

Son hijos del menemismo. La mayoría no conoce a Alfonsín. Maduraron (o no) durante el kirchnerismo. Los 90 fueron la infancia feliz de Disney y el 1 a 1. Atenti, acá el problema mayor: difícil movilizar a un grupo para quienes el menemismo fue la edad de oro, un recuerdo borroso y feliz. Hay que trabajar.

¿Vale la pena? ¿Por qué? Por lo dicho: son dos millones, son jóvenes. Pronto saldrán del útero escolar y se tendrán que enfrentar al mundo laboral, mucho mejor que el de hace 5 años pero aún muy mejorable. Muchos asistirán a universidades privadas, es cierto, pero quienes vayan a la UBA se toparán de frente con que, caramba, también hay un país.

Como dijo Escriba, Cumbio tiene 25 millones de visitas y es un hecho político. Junta gente en sus reuniones. ¿Fueron ustedes a las escalinatas de Agüero en el Abasto un fin de semana? Eso es poder de convocatoria sin parábolas.

Son pendejos, me dirán. Se les va a pasar. Ahora lo único que les interesa es ir a bailar, y cuando crezcan sólo les interesará cuidar su quintita. Son de una clase que nunca apoyará un proyecto popular. Nunca harán nada productivo.

Todas son réplicas válidas, es cierto, pero no lo suficiente como para no intentar. Si los blogs son una herramienta de acción política, ¿por qué no los fotologs? Es casi la misma plataforma en distinto

Hay gente, hay soporte, hay tecnología. Falta sacar el bastón de mariscal de la mochila y conducir, organizar. Mover, agitar. Algo se tiene que poder hacer. No perdamos el tren.

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