Publicado por Facundo Falduto en Perfil.com
El sueño de viajar al espacio está cada vez más cerca. La empresa Virgin Galactic , propiedad del grupo Virgin, comenzará a ofrecer vuelos espaciales hacia la órbita: quienes se anoten podrán viajar a más de 110 kilómetros de altura y disfrutar de la vista de la Tierra mientras flotan a gravedad cero.
Todo comenzó con Elbert "Burt" Rutan, un ingeniero aeroespacial que, tras retirarse de la Fuerza Aérea estadounidense, fundó Scaled Composites en 1982, una empresa que desarrolla aeronaves experimentales, y en la cual Rutan creó el primer avión que logró dar la vuelta al mundo sin detenerse para recargar combustible. Hasta que apareció el Anzari X Prize , una competición que prometía premiar con 10 millones de dólares a la primera organización no gubernamental en enviar una nave tripulada al espacio dos veces en dos semanas, a una altitud de 100 kilómetros.
Con 20 millones de dólares en financiamiento de parte de Paul Allen (el cofundador de Microsoft), Rutan creó dos naves: el White Knight One y el SpaceShip One, ambas en el material Carbon Composite. La primera funcionaría como un avión común hasta alcanzar los 16 kilómetros de altitud. La segunda, adosada al White Knight, se desprendería y comenzaría a funcionar con un combustible híbrido (mezcla de goma y óxido nitroso), hasta sobrepasar la órbita terrestre.
Finalmente, el 21 de junio de 2004, el SpaceShip One fue lanzado al espacio y rompió varios récords: fue la primera nave privada en órbita, la primera en alcanzar velocidades mach 2 y mach 3, en alcanzar 100 kilómetros de altitud y en ser 95% reutilizable. El 27 de septiembre y el 4 de octubre del mismo año, completó su segundo y tercer vuelo, conquistando así el X Prize.
También conquistó uno de los problemas principales de la aeronavegación espacial: ¿cómo volver a tierra a salvo? Rutan resolvió esto diseñando la nave para que pudiera ponerse en forma de una pelota de badmington, para ingresar a la atmósfera en ángulo y evitar la fricción y el recalentamiento. El SpaceShip One planea hasta aterrizar por sus propios medios, sin necesitar que la controle el piloto o una computadora.
Tras el éxito, Rutan y Allen se aliaron con la empresa Virgin, propiedad de Richard Branson, para desarrollar Virgin Galactic, la primera empresa de vuelos aeroespaciales comerciales. Ahora, trabajan en el Spaceport America de Nuevo Mexico, Estados Unidos, para desarrollar las naves que reemplazarán al SpaceShip One y al White Knight, que esperan poner en órbita a los primeros clientes para 2011.
Unas 300 personas ya se anotaron para salir al espacio cuando se haga el primer lanzamiento de clientes, lo cual estiman que será en 2011, explicó Carolyn Wilson, de Virgin Galactic. Los inscriptos pagarán 200.000 dólares por la reserva, aunque sólo los primeros en volar abonarán la suma completa: a medida que transcurran los vuelos, el precio bajará, promete Wilson.
"No todos son millonarios, algunos se hacen financiar", afirma Wilson. Los inscriptos oscilan entre los 23 y 83 años, y y están realizando pruebas a gravedad cero para averiguar si soportarán el viaje. El 94% aprobó los exámenes, incluyendo gente con problemas cardíacos y respiratorios. Por eso, creen que no habrá impedimentos de edades para viajar al espacio. Sólo no podrán hacerlo si los médicos determinan que su salud no se los permite.
El vuelo comercial durará un total de dos horas. Cuando lleguen al espacio exterior, los pasajeros estarán a gravedad cero, y podrán disfrutar de la visión de la Tierra "desde afuera", con una visibilidad de 15 kilómetros de distancia, durante unos 4 minutos. Luego volverán a aterrizar.
Consultada sobre si la crisis financiera afectará las expectativas de sus clientes. "No voy a mentir, la crisis complica las cosas", reconoce Wilson. Sin embargo, sostiene que ninguno de los que pagaron pidió el reembolso de los 200.000 dólares, y esperan llegar a 500 clientes para la fecha de lanzamiento. El dueño de Virgin, Richard Branson, estima que el costo bajará en los próximos 5 años y que será similar al de un automóvil promedio dentro de 15.
Pero para eso deberán esperar que se completen los vuelos de prueba de los nuevos prototipos, el SpaceShip Two y el White Knight Two, que está completo en un 80%. Quieren realizar al menos 50 viajes antes de abrirlo al público. Razones no les faltan, ya que en 2007 sufrieron un accidente con el sistema de combustible.
Aún no hay argentinos anotados para ir al espacio, pero Wilson confía en que los habrá, por la cultura de viajeros de nuestro país. La esperanza la ilustra mejor Sergio Durante, presidente de una de las empresas que comercializa los vuelos: "Creo que los argentinos van a concretar el viaje cuando vuelva el primero y diga 'regresé'".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario